Muy atentos porque aquí os vamos a desvelar como leer fantásticas historias donde aparecen bellas princesas, manzanas doradas, hilanderas y dioses...
Comenzamos nuestra visita muy ordenados y atentos
Nuestra primera misión fue encontrar un hombre con barba y vestido rojo, sabéis dónde lo encontramos
Adoración de los Reyes Magos. Rubens |
Comenzamos este cuento por la esquina izquierda donde nos encontramos con un niño con su madre, el niño está recibiendo regalos. Hay tres personas que tiene regalos para él en especia un hombre con barba y un vestido rojo si seguimos hacia la derecha en la esquina de arriba podemos encontrar un camello. ¿Conoceís que cuento nos cuenta?
Continuamos nuestro camino, ahora debemos buscar una princesita con un perro, ¿dónde estará?
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Las Meninas. Velazquez |
Seguimos recorriendo el museo, en busca de nuestra nueva misión encontrar a unas mujeres cosiendo ¿Dónde se esconderán?
Las hilanderas. Velazquez |
Seguimos buscando cuadros, ahora tenemos que buscar 5 de golpe. En cada uno de ellos aparece un sentido ¿Dónde estarán?
Los cinco sentidos. Brueghel "el viejo". |
Los cinco sentidos. Brueghel "el viejo". |
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Los cinco sentidos. Brueghel "el viejo" |
Los cinco sentidos. Brueghel "el viejo" |
Los cinco Sentidos. Brueghel "el viejo" |
Aquí se nos propuso descubrir cúal era el sentido al que hacía referencia cada tabla. Habiéndolo estudiado en el trimestre anterior, resolvimos el acertijo rápidamente ¿sabriaís vosotros?
Nuestro último reto fue encontrar una manzana de oro
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El juicio de Paris. Rubens |
Comenzamos nuestro último cuadro por la esquina izquierda donde vemos a dos chicos y uno de ellos tiene una manzana de oro, hacia la derecha nos encontramos con tres mujeres. El chico de la manzana que se llamaba París tenía que dar la manzana a la más bella de las mujeres y ellas para poder conseguirla cada una le prometieron a París riqueza, fama y amor. ¿Qué eligió París?
Tal vez penséis que con tanto cuadro nos aburrimos pero así de atentos estuvimos en todo momento
Y es que fuimos unos privilegiados, somos a los únicos que nos dejaban sentarnos en el suelo delante de los cuadros. Y siempre nos hacía sitio, tal vez porque eramos los más pequeños del lugar.
Y al salir del museo...
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