Comenzamos jugando a bailar con las picas, sin golpear a nadie porque si no hacemos daño a los amigos, después jugamos a compartir las picas porque algunos se quedaban sin ellas misteriosamente (la verdad es que la profe nos las iba quitando).
Después pasamos a jugar con el paracaídas, la idea es que la pelota no podía caerse y la única manera era trabajar todos juntos.
Por último, jugamos a las sillas musicales y cuando se paraba la música teníamos que sentarnos pero otra vez la profe nos quitaba las sillas sin contar que somos muy listos y nos las apañábamos para que todos los amigos se pudieran sentar.
Para recordar este día, coloreamos el símbolo de la paz con una agradable sorpresa detrás.